El
Hospital Universitario 12 de Octubre coordina un proyecto europeo para luchar contra la resistencia a los antibióticos en niños, la conocida como "pandemia silente". El objetivo es mejorar la formación y capacidad de mil sanitarios que atienden a la población pediátrica, a través de dos ejes: la prevención y control de las infecciones y el mejor uso de los antimicrobianos. El aprendizaje, que será flexible, interactivo y con casos prácticos, se desarrollará a partir de una
herramienta electrónica
El programa, que está financiado por la
Agenda Ejecutiva de Salud y Digital de la Unión Europea, comenzó el pasado 1 de enero y
tendrá una duración de tres años. El denominado Team-Coach formará a sanitarios de diferentes ámbitos, desde pediatras, hasta cirujanos, anestesistas y también personal de Enfermería. En el consorcio europeo participan centros de la Comunidad de Madrid, de Sevilla, de Grecia y de Italia. Estos países del sur de Europa tienen en común que cuentan con las
tasas más altas de resistencia antimicrobiana del continente.
Actualmente, se está en la fase de creación de la herramienta, pero se espera que para final de año, si no hay contratiempos, se comience la formación. Así lo explica
Cristina Epalza, adjunta en la Unidad de Infecciones Pediátricas del Servicio de Pediatría del Hospital 12 de Octubre y coordinadora del proyecto. "Después de un tiempo, evaluaremos cómo ha sido la experiencia, para mantener las cosas que funcionan e introducir cambios en aquello que no", detalla. La última etapa se dedicará al análisis de resultados. "El objetivo final es poder difundirlo para el resto de sanitarios europeos", puntualiza.
El formato del aprendizaje
La formación para estos profesionales de la salud tendrá un formato muy específico: será flexible, pues supondrá carga adicional al trabajo diario; interactivo, con vídeos; y tendrá carácter voluntario. "La idea es que se presente de una forma lo más práctica posible con
casos clínicos y situaciones de la vida real", resume. Contará con
informaciones globales, como el concepto básico de la resistencia a antimicrobianos, y temas más concretos, como el control de las infecciones. Además, esta formación se dividirá en
módulos obligatorios y otros optativos, en función de los intereses de los participantes.
Pese a que hay una serie de principios compartidos, la lucha contra la resistencia antimicrobiana no es igual en niños que en adultos. Las diferencias se encuentran en muchos puntos: en la prevención, en el manejo de ciertos síndromes o infecciones, o en la toma de muestras, entre otros. Además, la acción pediátrica tiene un hándicap mayor en cuanto a la disparidad entre los propios pacientes: "Cuando hablamos de pediátrica, nos referimos a desde un
recién nacido prematuro, que puede pesar 500 gramos, hasta a un adolescente, que puede ser un adulto en cuanto a su cuerpo y su peso, pero no en el comportamiento".
Esta herramienta digital también cuenta con la posibilidad de
interacción y de compartir los resultados que se obtengan con la parte práctica "Es una recogida relativamente simple para poder ver cómo se hace otras unidades similares. Esa comparación está enfocada en la estimulación", concreta.
Pero la formación no es la única meta que se persigue con este proyecto. También se pretende
identificar líderes, en las distintas estructuras que se involucrarán en el programa, que puedan animar a sus equipos a participar, así como que se encarguen de coordinar la evaluación de las acciones.
La importancia de atajar esta resistencia antimicrobiana
Actualmente,
el 40 por ciento de las muertes en menores de cinco años en el mundo está relacionada con la resistencia antimicrobiana. Cuando se habla de este término, la experta asegura que no solo se incluye a los antibióticos, sino que también tiene cabida otros grupos como los antifúngicos. "Estamos viendo que los niños están cada vez más colonizados de bacterias multirresistentes, especialmente aquellos que tienen un contacto con el ambiente sanitario frecuente, pero también en infecciones de niños en la comunidad", detalla.
Espalza comenta que en la Pediatría española cada vez se está trabajando más para frenar esta resistencia antimicrobiana, pero que está pendiente que "se reconozca" su valor. Conocer su importancia no es solo tarea de sanitarios. La pediatra recuerda que también es labor de las gerencias y de la propia sociedad. "Esto va de cambiar de costumbres, de usar mejor los antibióticos y mejorar la formación que tenemos", insiste. "Aunque en número absoluto, uno puede pensar que hay menos resistencia a los antimicrobianos en niños, el impacto es mucho mayor, pues estás restando salud o años de vida en un futuro a alguien muy joven", concreta. Además, añade que, pese a que
no es un problema "tan explosivo" como el covid, causa muchas más muertes.
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