La
Organización Médica Colegial (OMC) presentó hace unas semanas los datos del
Observatorio contra las Agresiones a Sanitarios, que llegan a las 3.919 en los últimos ocho años y a 490 en 2018. De ellas, el 85 por ciento se producen en el sector público frente al 15 por ciento ocurridas en el sector privado, que llega a su cifra más alta.
Pero, además,
el Observatorio alerta de que el mayor porcentaje de agresiones la sufren las médicas, que representan el
59 por ciento de los actos violentos, un 7 por ciento más que el año pasado. Y es que, junto con esta diferenciación en base al
género de los agredidos, también se ve una connotación sexista en
cómo se ataca a los sanitarios.
Según los datos publicados por el colectivo médico, ellas reciben más insultos y amenazas que ellos mientras que las
agresiones físicas (que terminan en parte de lesiones) las reciben más los
facultativos varones.
De esta forma, el 60 por ciento de los insultos los recibe una chica frente al 40 por ciento de los hombres y las
amenazas también van más dirigidas a ellas. En este caso, el 55 por ciento de las registradas son a mujeres y el 45 por ciento a hombres.
Los partes de lesiones, por último, son más propensos en hombres. A ellos les agreden 8 puntos porcentuales más que a ellas. Las facultativas tuvieron una
lesión derivada del ataque físico en un 46 por ciento de los casos, mientras que en los hombres fue el 54 por ciento.
Datos absolutos
Cabe destacar que, términos absolutos, las médicas tienen una probabilidad más alta de ser agredidas por alguno de sus pacientes y sufren una media de 2,2 agresiones por cada mil colegiadas, una cifra superior a la que
padecen sus compañeros, que se queda en 1,6.
Melilla es la ciudad más peligrosa para las facultativas, ya que allí se registran una media de 38,1 agresiones por cada mil colegiada. En cambio, la comunidad autónoma en la que más agresiones padecen en su día a día es
Extremadura, que se encuentra en 6,3. Por su parte, los facultativos sufren mayor violencia en Melilla (20,9) y Ceuta (4,8),
siendo Extremadura también la región en la que más agresiones padecen, con 3,1 de media.
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