La Revista

"Se debe normalizar que las científicas ocupen puestos de responsabilidad"

La científica Marisol Soengas considera que "no debería de llamar la atención que una mujer ostente altos cargos"

María Soledad Soengas González, líder del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), vicepresidenta de Aseica y fundadora de Aseica-Mujer. Crédito: CNIO.

28 feb 2022. 11.00H
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POR ISABEL MARTÍN
María Soledad Soengas González, conocida como Marisol Soengas, es una científica bióloga española, especializada en Microbiología. Además, es una prestigiosa investigadora a nivel mundial en la lucha contra uno de los cánceres de la piel más comunes, el melanoma. De origen gallego, Soengas se licenció en Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid, donde recibió su Doctorado con Honores de Primera Clase por sus estudios sobre mecanismos moleculares de replicación del ADN en el laboratorio de Margarita Salas del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.

Como líder del Grupo de Melanoma del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), para Soengas el principal objetivo es trasladar la investigación básica en melanoma a la práctica clínica mediante la identificación de marcadores novedosos. Un estudio gracias al cual se le ha otorgado el galardón 'Marina Larcher Fogarazzo' de la Asociación Europea para la Investigación contra el Cáncer (EACR), un premio que para Soengas "es un orgullo ya que refleja el trabajo de muchos años, mucho esfuerzo y se basa en la trayectoria científica, pero también en el papel de la mujer en la Ciencia".

Un papel que, para Soengas, también vicepresidenta de Aseica (Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer) y fundadora de Aseica-Mujer, "es muy importante ya que a día de hoy somos muy pocas las mujeres que ocupamos puestos de alta responsabilidad". Siendo este, junto a muchos otros, uno de los temas que ha abordado en declaraciones a Redacción Médica.

¿Cómo se siente al recibir el galardón Marina Larcher Fogarazzo de la Asociación Europea para la Investigación contra el Cáncer (EACR)?

Para mí es una alegría y una sorpresa, porque es un premio muy competitivo en el que un comité de expertos del campo del cáncer valora toda la trayectoria científica, y que se me haya elegido a mí es un orgullo. Además, es una satisfacción, porque refleja el trabajo de muchos años y mucho esfuerzo, y se basa en la trayectoria científica, pero también en el papel de la mujer en la Ciencia, un tema muy importante desde mi punto de vista, porque todavía somos una minoría (entre un 20 y 30 por ciento) las mujeres que ocupamos puestos de alta responsabilidad.

El premio se le ha concedido, principalmente, por su estudio sobre los nuevos mecanismos moleculares del melanoma. ¿Cuáles han sido los principales resultados del mismo en cuanto al avance de esta enfermedad? ¿Cuál es el siguiente paso?

En líneas generales, en mi grupo trabajamos en tres áreas fundamentales: primero, cómo se inician los melanomas; segundo, cómo visualizarlos; y tercero, cómo poder tratarlos más eficientemente. En particular, queremos hacer un seguimiento de los melanomas por el organismo, ya este es el único tipo de cáncer en el que lesiones de poco más de 1 mm de grosor tienen ya la potencialidad de generar metástasis. Comparando los melanomas con 25 tipos de tumores, empezamos a descifrar el “código de barras” que define esta capacidad tan elevada de metástasis.

También hemos desarrollado modelos animales que nos permiten ver, mediante un nuevo sistema de emisión de luz, cuándo y dónde se están iniciando estas metástasis. Estos animales llamados 'MetAlert' nos ayudan a identificar genes que activan o que inhiben el desarrollo de los tumores, y nos han permitido estudiar y validar nuevos compuestos terapéuticos.

"Hemos encontrado dianas antitumorales del melanoma, además de cómo estos tumores evaden el sistema inmunitario"


A raíz de estos estudios, hemos encontrado nuevas dianas antitumorales en el melanoma, además de descubrir cómo estos tumores evaden el sistema inmunitario. Por ejemplo, hemos encontrado que los melanomas son doblemente malignos: por una parte, inhiben el reconocimiento por parte de distintos componentes del sistema inmune (macrófagos y células dendríticas). Además, demostramos que estas células, en lugar de atacar a los melanomas, se alteran y de hecho, facilitan el desarrollo tumoral.

En otros trabajos de nuestro grupo relacionados con nuevas terapias encontramos compuestos que son capaces de activar el sistema inmunitario. Esos compuestos sirvieron como base para la fundación de compañía biotecnológica, que ahora tiene sus propios agentes en ensayos clínicos en fase II, en melanomas y en otros tipos tumorales

Además de en estos estudios, ¿actualmente está inmersa en otros proyectos? En caso de que así sea, ¿me podría indicar en cuáles y qué puede suponer para el avance de la lucha contra el cáncer?

En el grupo estamos muy implicados en proyectos colaborativos nacionales e internacionales, porque creemos que en la ciencia, es necesario aunar esfuerzos. Por ejemplo, he coordinado proyectos para para lograr definir marcadores de diagnóstico y para descubrir factores de riesgo que inducen la aparición de los melanomas en la piel, y también en otras zonas del organismo (como los ojos o mucosas) donde estos tumores son también muy agresivos. Otras colaboraciones internacionales están orientadas a estudios con muestras de pacientes antes y después de tratamiento con inmunoterapia. El objetivo es entender por qué algunos pacientes responden y otros no, e intentar superar esa inmuno-resistencia. Estos trabajos suponen la caracterización de grandes colecciones de biopsias clínicas, así como análisis globales no solo de los tumores primarios (en la piel), pero también en las metástasis. Por último, también tenemos otras colaboraciones para buscar nuevos fármacos

En los últimos años se han desarrollado distintas técnicas para el abordaje del melanoma, ¿cuáles destacaría?, ¿cuáles están por llegar?, ¿qué beneficio aportan a los profesionales que trabajan en el diagnóstico precoz?

En cuanto a avances en el campo del melanoma, uno de los grandes descubrimientos fue demostrar que no hay un único tipo de melanoma, sino que hay muchos subgrupos con distintas alteraciones genómicas. Algunas de estas alteraciones son mutaciones recurrentes (que aparecen en muchos pacientes) y han permitido el desarrollo de terapias dirigidas genéticamente. El problema del melanoma, es que se trata de un tumor que adquiere tantos defectos en el ADN (de hecho, este es el tumor con el mayor número de mutaciones descrito), que evoluciona y adquiere muchos mecanismos de resistencia.

Y la segunda gran revolución, que creo que al final va a resultar ser la más eficiente en la práctica médica, es la de conseguir reactivar el propio sistema inmunitario del paciente para que ataque y reconozca mejor a los tumores. Técnicamente, se trata de anticuerpos que desactivan mecanismos de “freno” o de control de punto inmunitario. En este momento, se ha conseguido que casi el 60 o el 70 por ciento de los pacientes respondan a estos agentes inmunomoduladores, al menos transitoriamente. Desafortunadamente, todavía hay pacientes en los que la inmunoterapia o no funciona, o está asociada a toxicidades secundarias importantes, y por eso es necesario seguir buscando alternativas.

En cuanto a las técnicas que están por llegar, ahora mismo estamos en un momento fascinante. Una gran revolución es la inteligencia artificial (IA). A partir de análisis de un gran número de biopsias -de cientos de muestras-, se han generado algoritmos y sistemas de análisis automatizados que han conseguido separar lesiones benignas de malignas, tan eficientemente o más que especialistas en dermatología. Esto es un gran avance en el diagnóstico.

"La tecnología nos ha permitido estudiar, no solo el componente maligno de los tumores, sino todo el componente en sí"


La tecnología nos ha permitido también estudiar, no solo el componente maligno de los tumores, sino todo su entorno (microambiente), a nivel de células individuales. En particular, ya hay técnicas de secuenciación de RNA y técnicas histológicas, que permiten estudiar alteraciones en células individuales en el propio tumor sin tener que disgregarlo. Gracias a estas técnicas puede conseguirse hacer un seguimiento temporal y espacial para definir cómo evolucionan los melanomas antes y después del tratamiento.

Otro avance importante es el desarrollo de técnicas a nivel de biopsia líquida en muestras de suero o de sangre, que permite seguir a las células tumorales sin necesidad de cirugía u otro tipo de intervención en el paciente. Además, considero muy importante los estudios comparativos con otros tipos de tumores para identificar dianas comunes, que puedan ser tratadas con fármacos generalizables, así como dianas diferenciales, que distingan un tumor de otro y un paciente de otro. 

Uno de los caballos de batalla en el abordaje del melanoma son los efectos secundarios que sufren los pacientes, ¿estamos cerca de que dejen de serlo? , ¿qué sería necesario para ello?

Los efectos secundarios en el caso de las terapias dirigidas a mutaciones, se producen porque los fármacos no son suficientemente selectivos y afectan también a las células normales. En el campo de la inmunoterapia, la toxicidad se puede inducir por un exceso de activación del sistema inmunitario, de tal manera que empiece a atacar también a las propias células del organismo. Por eso es tan importante descubrir proteínas o procesos alterados sólo en las células malignas. 

A raíz de la crisis del coronavirus, ¿cree que se está dando la relevancia que merecía a la Ciencia?

Creo que nunca se ha hablado tanto de Ciencia y nunca se ha esperado tanto de ella. La pandemia por covid ha sido un ejemplo magnífico de la relevancia de la investigación, por la necesidad inmediata de obtener resultados, y creo que la población en general sí ha valorado el esfuerzo que ha supuesto para los científicos. Sin embargo, una vez que pasan estas situaciones de crisis, se vuelve una y otra vez a promesas que no vemos cumplidas. Nuestros representantes políticos se olvidan o dejan de apoyar a la Ciencia como se merece. 

"En cuanto a la Ley de la Ciencia, creo que nos falta inversión y concreción para saber cómo y cuándo se va a desarrollar"


Es cierto que sí se están llevando a cabo algunos cambios en la Ley de la Ciencia pero todavía tienen que llegar a los científicos y científicas. En definitiva, creo que se habla mucho pero se actúa todavía poco y es esa fase de actuación la que tenemos necesariamente que mejorar.

¿Qué opinión le merece la reforma de la Ley de la Ciencia?, ¿hay algún aspecto que se podría haber mejorado para potenciar la carrera de los investigadores y no ha sido así?

Desde mi punto de vista, considero que tiene elementos positivos y negativos. En cuanto a los primeros, creo que se ha reconocido que España tiene un gran problema de falta de estabilidad y de competitividad, y que es necesario incorporar talento joven y apoyarlo. La pregunta es: ¿Cómo se va a hacer? Respecto a esto, hay una serie de fondos adicionales que se van a inyectar al sistema, entre otras acciones para la contratación de personal y para desarrollar nuevos proyectos de investigación. Pero muchos de estos fondos son contingentes, es decir, tienen una duración de 2-3 años y dependen de la Comunidad Europea. Por todo ello, estamos ante políticas inciertas a medio-largo plazo y ante una falta de concreción sobre el cómo y cuándo se van a implementar. En líneas generales, nos falta inversión y concreción.

Es vicepresidenta de Aseica, (Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer) y fundadora de ASEICA-Mujer, ¿cuáles son sus objetivos a corto plazo?, ¿por qué se creó una sección específica enfocada a la mujer?

Esta sección se creó en gran parte, por una frustración que compartimos muchas mujeres en el campo del cáncer y en la Ciencia en general. Hay muchísimos estudios, incluso del propio Ministerio de Ciencia e Innovación que indican que mientras las mujeres contribuyen a más del 50 por ciento del personal que inicia la carrera científica (como investigadoras predoctorales o postdoctorales), menos del 30 por ciento llega a puestos de alta responsabilidad. Estas desigualdades son más manifiestas todavía en carreras técnicas. Ese techo de cristal fue una de las grandes motivaciones para empezar ASEICA-Mujer. La verdad es que me enorgullece que seamos uno de los grupos más activos en cuanto a la reivindicación de la mujer en la Ciencia. Somos muy vocales en cuanto a la visibilización de investigadoras y a la reivindicación de sus derechos, y participamos con distintas entidades para establecer redes de colaboración (Networking). Hemos desarrollado también cursos formación en liderazgo, comunicación y autoconfianza, así como tenemos en marcha también planes de mentorazgo y de “Meet-the-Expert” con otra sección de ASEICA que es ASEICA-Joven.

Nos parece muy importante no solo mentorizar a las mujeres, sino actuar como sponsors para promocionarlas de una forma activa, para que se las invite a conferencias, se las considere para premios y para promociones, pero por sus propios méritos. Creemos que hay que actuar ya desde los colegios y con una importante presencia en la sociedad. Una de las acciones que hemos llevado a cabo y de las que más satisfecha me siento es la iniciativa 'Conócelas'.

'Conócelas' es una actividad por la que quisimos romper estereotipos de género y dar visibilidad a las mujeres que están trabajando hoy por hoy en los laboratorios, para que sepa cómo son, cómo se decidieron por la ciencia, en qué investigan… y además qué hay detrás de la bata de laboratorio. Esta iniciativa tiene algo único y es que, para visibilizar a todas estas científicas, organizamos charlas en directo (online o presenciales) con colegios, institutos y universidades. Así pudimos conectar a 235 investigadoras en cáncer en España y en el extranjero, con más de 11.000 alumnos y alumnas por toda la geografía nacional. La iniciativa tuvo una gran repercusión mediática, con más de 11,6 millones de impactos solo en Twitter, y más de 70 entrevistas en medios de comunicación.

Otro aspecto de 'Conócelas' que está en desarrollo y es “poner a las investigadoras en el mapa”. Hemos creado unos mapas interactivos que se pueden encontrar en la página web de ASEICA para que todas las personas interesadas puedan ir a una CCAA y saber qué investigadoras en cáncer trabajan allí. Con esto no solo se consigue ver quiénes son, sino también tener un 'link' directo a sus perfiles para que vean todo su trabajo, tanto dentro del laboratorio como fuera del mismo. 'Conócelas' organizará una ceremonia de premios para conceder dos galardones a los colegios más activos. Se entregarán además, un total de 40 “Premios con Nombre de Mujer”, que nos parece muy importante, porque la gran mayoría de premios de investigación tienen nombres masculinos y los reciben mayoritariamente los hombres.

Se formó junto a la histórica científica Margarita Salas en su laboratorio del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, ¿Qué recuerdos guarda de esa época?, ¿considera que Salas fue un referente para las mujeres científicas en España?

De esa época guardo muchísimos recuerdos porque era uno de los mejores laboratorios de Bioquímica y Biología Molecular. Margarita Salas tenía una habilidad increíble para escoger a los investigadores y en su laboratorio se encontraban los mejores expedientes de cada promoción, que además tenían el interés y la ambición por hacer cosas nuevas. Era un laboratorio en el que se hablaba inglés y en el que se nos inculcaba una devoción por el rigor.

Un punto muy importante también es que Margarita Salas trataba exactamente igual a los hombres que a las mujeres, sin ninguna distinción, y esa normalidad de tener una jefa exitosa como ella hizo que yo nunca dudase de que podría llegar a serlo. Una normalidad a la que espero que lleguemos pronto.

"Margarita Salas era una persona que actuaba por convencimiento. Cuando ella estaba en el laboratorio, ella simplemente era jefa"

Margarita Salas era una persona que actuaba por convencimiento, es decir, al principio no fue una activista en el sentido de reivindicar derechos de las mujeres en los medios, sino que cuando ella estaba en el laboratorio, ella era simplemente jefa. Sin lugar a dudas es un referente del que aprendes y te inspira, porque podíamos comprobar directamente el peso y reconocimiento internacional que tenía. Este debe ser nuestro objetivo, tener referentes que nos influyan, no por ser hombre o mujer, sino por ser una buena persona científica.

Durante un tiempo trabajó en la Universidad de Míchigan (Estados Unidos), donde según he leído tuvo que reivindicar el papel de la mujer en la Ciencia y hacer frente a micromachismos, ¿cómo recuerda aquélla época?

En esa época yo era la única mujer científica en un departamento lleno de hombres con corbata. Tuve que dejar claro desde un primer momento que yo era una investigadora que estaba ahí por mis méritos, ya que al llegar sentí mucho paternalismo. Se lo dije al Director del Departamento en una carta muy seria, y me dio la razón. Luego hice como Margarita, y demostré con hechos: iba a todas las reuniones del departamento, me las preparaba bien y participaba activamente. Pero sigo (seguimos) encontrándonos situaciones de sesgos y de trato desigual, además de múltiples barreras que como decía antes limitan el acceso a las mujeres a puestos que les deberían de corresponder por sus méritos.

Está implicada en alentar las vocaciones científicas entre las niñas y en acabar con la brecha de género. En su opinión, ¿qué pasos importantes se han dado en los últimos años y qué queda por recorrer?

Considero que están surgiendo grupos y asociaciones muy activas que han abierto el campo para otras mujeres y han logrado que seamos más visibles en público y que se reivindique la necesidad de la igualdad. También creo que otro paso importante son los Sellos de Calidad en Igualdad y Diversidad que se están requiriendo a los centros de investigación. Tendremos que esperar a cómo estos planes se ejecutan, pero por lo menos ya hay bastante concienciación de que son necesarios. Asimismo, hemos visto la incorporación de las mujeres a puestos de relevancia, por ejemplo en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en la Confederación de las Sociedades Científicas de España (Cosce) y en el propio Ministerio de Ciencia e Innovación.

En definitiva, ya se empieza a ver más mujeres directivas con distintas estrategias de liderazgo y distintas personalidades. Esto es muy importante, y no debería de llamar la atención que una mujer ocupe puestos de alta responsabilidad.
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