Las expectativas sobre el futuro educativo y profesional están fuertemente influenciadas por los estereotipos de género en el alumnado de educación secundaria. El
informe PISA 2018 preguntó a los estudiantes el tipo de trabajo que
esperaban ejercer a los 30 años, y sus respuestas mostraron grandes diferencias entre chicas y chicos, sobre todo entre profesionales de ciencias e
ingeniería y profesiones de la salud.
Según el último informe referido al
“panorama de la educación Indicadores de la OCDE 2020”, el porcentaje de chicos que espera trabajar en el campo de la ciencia y la ingeniería es casi 8 puntos porcentuales superior al de las chicas; en cambio, es mayor el porcentaje de chicas que piensan que desarrollarán su actividad laboral como profesionales de la salud (alrededor de 15 puntos porcentuales).
La diferencia en España es ligeramente superior a la del promedio de la OCDE.
El estereotipo de las ocupaciones profesionales también se revela que ellas quieren ser médicas especialistas, mientras que ellos prefieren ser policías. Ante la pregunta
“¿qué tipo de trabajo esperas ejercer cuando tengas 30 años?” cinco de las nueve ocupaciones más citadas por las chicas tienen que ver con el campo de las ciencias de la salud (médico especialista, profesional de la enfermería, psicóloga…), y las otras cuatro se pueden relacionar con los servicios a la comunidad (abogada, profesional de la enseñanza, gerente de política y planificación, policía),
mientras que las citadas por los chicos presentan una mayor variedad: ingeniería, deportes, política, enseñanza…
¿Qué tipo de trabajo esperas ejercer cuando tengas 30 años?
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Feminización de Ciencias de la Salud
Estos resultados van ligados directamente con el aumento de la
ratio de feminización que presentan las facultades de Medicina, donde
siete de cada diez estudiantes son mujeres. Y es que, según este informe, a lo largo de la última década, la participación de las mujeres en educación superior ha aumentado significativamente en los países y economías de la
OCDE.
En la mayoría de ellos, la proporción de mujeres con educación terciaria es mayor que la de los hombres, siendo de promedio un 40 por ciento de mujeres (entre 25 y 64 años), frente a un 30 por ciento de hombres.
La participación de las mujeres en educación terciaria ha mejorado a lo largo de las generaciones. De media en los países de la OCDE, el porcentaje de mujeres entre 55 y 64 años con estudios terciarios es un 4 por ciento mayor que el de los hombres de la misma generación,
mientras que en las edades de 25 a 34 años el porcentaje asciende al 32 por ciento.
Los estudios señalan factores demográficos, sociológicos, económicos y educativos como principales causantes de este reverso en las desigualdades de género. Aunque el aumento de participación de las mujeres en educación terciaria es positivo, la elección del campo de estudio sigue estando sesgada por el género. Por ejemplo, es mucho más probable que
las mujeres decidan estudiar ámbitos relacionados con la educación, la salud y los cuidados, que el hecho de escoger una carrera técnica.
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