"O te quitas el
hiyab o aquí no puedes seguir trabajando". Así de contundente se mostró la supervisora de
Enfermería de un centro sociosanitario de Igualada (Lleida) ante una alumna de la Universidad de Lleida (UdL) que se encontraba realizando
prácticas allí desde hacía una semana.
Hajar Nisrine Rbibih, estudiante de Enfermería de 23 años, ha relatado a LA REVISTA de
Redacción Médica que el pasado 13 de enero fue
"discriminada" por llevar el hiyab durante su jornada de prácticas. El hecho, explica, sirvió de excusa para ser expulsada de las mismas en un centro en el que "estaba muy bien y en el que todos estaban muy contentos".
Fue a las 7:30 horas de la mañana cuando Nisrine entró como cada día desde el 7 de enero al centro sociosanitario en el que estaba realizando las prácticas cuando la llamó la supervisora y le comunicó que se la iba a "tratar con estatus de trabajador". Y que, por lo tanto, debía quitarse el "hiyab", tal y como hacían el resto de
trabajadoras musulmanas.
La estudiante ha explicado que, tras la conversación, la supervisora se marchó a casa sobre las 9:30. Unas horas después llamó a la UdL para comunicarles la situación que acababa de vivir. Desde la universidad ofrecieron todo tipo de
apoyo a la alumna y le consiguieron un nuevo centro en el que realizar las
prácticas pudiendo llevar el hiyab.
Sin ningún problema
Lo cierto es que en el centro del que fue expulsada Hajar Nisrine hay más trabajadoras musulmanas, tal y como ella misma ha explicado a este medio. Sin embargo, "ninguna de ellas lleva velo", como la supervisora le pedía para cumplir así con "la
normativa interna del centro que se negaron a enseñarme, una norma que como trabajadora (por el estatus que me daban) deberían haberme mostrado".
En este sentido, la estudiante de Enfermería ha querido señalar que en los cuatro años que lleva realizando prácticas
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Hajar Nisrine -sin mostrar su rostro- con el uniforme de trabajo.
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"nunca había tenido ningún problema por llevar puesto el hiyab". Aunque sí ha declarado conocer el
caso de dos compañeras de la Universidad de Tarragona que "tuvieron el mismo problema que yo y también cuando se encontraban en cuarto curso, a tan solo unas semanas de la graduación".
Tampoco tuvo ningún problema por llevar hiyab ni "con los
pacientes, ni los
familiares ni el resto de
compañeros", por lo que Hajar Nisrine considera que fue una "decisión de la propia supervisora".
Por último, cabe destacar que desde el Consejo de Gobierno de la UdL se ha ofrecido apoyo a las estudiantes, al igual que desde
SOS Racisme, una plataforma para la igualdad de oportunidades con la que contactó Nisrine, y del
Centro Dolors Piera, un organismo adscrito a la UdL que vela por los derechos de las alumnas.
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