Carolina Pérez de la Campa, médico de Familia en San Sebastián de los Reyes y delegada de Prevención de Riesgos del sindicato
Amyts, conoce de primera mano lo que es sufrir una
agresión, ya que fue víctima de una de ellas hace cuatro años. Hace apenas un mes cerró con la Justicia un episodio que nunca debió ocurrir, pero no ha recuperado la calma: "Yo
me sigo sintiendo desprotegida en mi consulta del centro de salud", admite.
La
agresión, tanto física como verbal, vino de mano de la hija de una paciente. La Policía acudió al centro de salud e informó a Carolina de que era conveniente presentar la
denuncia. "Tuve que ir a la Comisaría yo sola. A la misma Comisaría en la que estaba la arrestada y toda su familia", recuerda la delegada de Amyts, que tuvo que llamar a su marido para que la acompañase en ese duro momento.
"Fue una situación bastante desagradable, pero hice la denuncia y al día siguiente, desde el Colegio de Médicos, ya me explicaron
todos los trámites que tenía que hacer". Carolina no conocía que existía un
protocolo de actuaciación y tuvo que dar varios pasos hasta acabar siendo representada por el sindicato al que pertenece. "Mi abogada de Amyts pidió el expediente y se enteró de que la denuncia que me había puesto ella se había sobreseído", detalla.
Cara a cara con la agresora
Aunque la agresión se produjo hace cuatro años, no fue hasta hace un mes cuando la facultativa tuvo que enfrentarse a ella en los
tribunales. "No entiendo por qué en mi caso no se hizo juicio rápido, fue todo un despropósito", lamenta la médica, que tiene una mala experiencia en todo su procedimiento judicial.
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"¿Por qué te tienes que poner delante de la persona que te ha agredido? Lo pasé fatal. Es una situación muy desagradable"
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"El juicio al final no se celebró porque se llegó a un
acuerdo con la agresora. Ella estaba allí, algo que no consigo entender. ¿Por qué te tienes que poner delante de la persona que te ha agredido? Lo pasé fatal. Es una situación muy desagradable", recuerda Pérez de la Campa, que sí se sintió
arropada por los compañeros del centro de salud y por el sindicato al que pertenece.
"Le pusieron
seis meses de prisión que no cumplió porque no tiene antecedentes. La única consecuencia es que ahora tiene un antecedente penal", describe la médico, que aunque cree que se ha avanzado en cuanto a la
información de la que disponen los profesionales sanitarios y la creación de protocolos, "aún queda muchísimo por mejorar. No tiene fácil solución".
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