Con el inicio de la
crisis sanitaria del coronavirus Covid-19, los ataques informáticos se convirtieron en un problema para la seguridad de los hogares de los españoles, y también de las grandes instituciones. Por ello, el
Ministerio del Interior puso en marcha un dispositivo extraordinario de ciberseguridad, en colaboración con el Centro Nacional de Proteción de Infraestructuras y Seguridad (CNPIC), para salvaguardar la privacidad de los centros hospitalarios.
"El
deporte español está afrontando esta situación con enormes dificultades y con una
gran preocupación e incertidumbre. En este momento no se sabe si se podrá plantear competición porque es evidente que la pandemia va a estar aquí mucho tiempo". A falta de ver el protocolo de deporte no profesional que está elaborando el Gobierno,
Pedro Manonelles, presidente de la
Sociedad Española de Medicina del Deporte y Cátedra Internacional de Medicina del Deporte de la UCAM, no es muy optimista. "Por otra parte, el recrudecimiento de la infección se observa en situaciones de aumento de la convivencia y del contacto interpersonal, y esto es lo que se da en el deporte", añade.
Del Covid-19 no se está librando nadie. Ni siquiere los deprotistas de las
ligas profesionales, "que han sido y son unas
privilegiadas" y aún así, "ya se ha visto que no han podido controlar la transmisión de la enfermedad", asegura.
"La especialidad es poco considerada en muchos ámbitos del deporte, a pesar de que ha demostrado su papel fundamental e imprescindible"
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Durante el verano se ha visto cómo han ido infectándose grandes deportistas como el tenista
Novak Djokovic o el atleta
Usain Bolt -ambos habían estado previamente en fiestas sin mucha
distancia de seguridad ni mascarillas-. También ha habido varios futbolistas contagiados dentro de un mismo club, como ocurrió con el Fuenlabrada, donde uno de los positivos tuvo que ingresar en la UCI. Y jugadores que, antes de juntarse con el resto del equipo, dieron positivo, como el madridista
Mariano Díaz.
Para evitar estos casos, en el deporte, explica Manonelles, hay que
extremar la limpieza y desinfección y reducir al máximo el contacto con otros deportistas o implicados. También se deben hacer
PCR. Sin embargo, a estos niveles, el presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte indica que a "1
30 euros la prueba es una medida totalmente inviable en el contexto deportivo no profesional".
Ellos abogan también por la
realización de reconocimientos médicos. Pero, "a pesar de que sabemos que la infección por el Covid-19 está mostrando importantes y graves consecuencias a las personas que la han padecido, y que en deportistas la
afectación cardiaca puede ser muy grave, por lo que recomendamos en su momento la realización de reconocimientos para controlar esta circunstancia, la respuesta de algunas federaciones, como por ejemplo fútbol y baloncesto, ha sido la no realización", denuncia.
El papel de la Medicina del Deporte
Y aunque todo apunta a que la Medicina del Deporte podría tener un papel relevante durante este otoño, lo cierto es que el presidente asegura que tienen la sensación de que "
lamentablemente no va a ser así de ningún modo".
"La especialidad es
poco considerada en muchos ámbitos del deporte, a pesar de que ha demostrado su
papel fundamental e imprescindible para el desarrollo de una práctica deportiva acorde a un país desarrollado", afirma.
"Lo que sí parece observarse es un
aumento de la demanda de servicios de Medicina del Deporte por parte de deportistas aficionados que están entrenando
muchas horas y a una elevada intensidad", explica. Considera que seguramente lo hagan "para resarcirse de la época de las restricciones y, sorprendentemente, a pesar de no haber competición". Ellos sí valoran más el trabajo de la especialidad.
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