Marta Díaz, asturiana de 27 años, no quería irse muy lejos de casa para hacer la especialidad. Por eso escogió hacer
Neurocirugía en el
Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña: "Me pareció la mejor opción teniendo en cuenta el global de la formación y el sitio". Ahora está a punto de convertirse en R3, lo que le va a suponer una mayor responsabilidad: "En mi especialidad empezamos en el servicio hace un año y el resto estuve rotando por otros servicios".
La joven siempre tuvo claro que quería hacer una especialidad quirúrgica. "Después de barajar muchas opciones, fue la que más me atrajo por la
parte clínica y el tipo de patologías y cirugías", recuerda Marta, que se sorprendió a su llegada al hospital, "con el caos que se ve a veces en el
servicio de Urgencias".
EL AGOBIO DE LAS GUARDIAS
"Me sorprendió el caos que se ve a veces en el servicio de Urgencias"
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También le llamó la atención las particularidades de la especialidad. "El tipo de pacientes era más variado de lo que esperaba.
Hay muchos pacientes dependientes que necesitan muchos cuidados y a veces no tienes los resultados que esperas", lamenta la joven, que se adaptó fácilmente al día a día del hospital.
Las primeras guardias tampoco le resultaron demasiado complicadas, aunque sí las terminaba agotada. "Los primeros dos meses
estamos con un residente mayor, vamos tutelados. Son cansadas y algo agobiantes pero se llevan bien".
Marta, contenta con la especialidad escogida, apenas tiene tiempo libre para ampliar su formación y dedicarle espacio a la investigación. "El cambio de R1 a R2 se notó bastante porque antes no estaba tan vinculada a mi servicio, si estaba tan vinculada a los pacientes o tienes un seguimiento tan a largo plazo. También
tienes más responsabilidad, te intentas involucrar un poco más".
LA DISCRIMINACIÓN SE NOTA
Marta, aficionada a los viajes, ha notado la
discriminación por ser mujer. "Sobre todo en gente mayor, que van con la idea preconcebida de que por ser mujer, eres enfermera o cosas así. El respeto, en general, se tiene más hacia el hombre. O el que te llamen niña o chica, por ejemplo, que se nota en el día. En todos los sitios hay gente un poco más machista, pero en ese aspecto se nota más".
Afortunadamente, la asturiana no ha tenido que sufrir en primera persona ninguna agresión pero sí que las ha visto: “Personalmente hacía mí no, pero sí
he visto agresiones al personal o gente que se pone agresiva”.
CÓMO MEJORAR
“Quizá, por falta de tiempo, el tema de la investigación no lo tocamos mucho"
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Aunque Marta está contenta con su decisión, sí que ve necesario mejorar algunos aspectos del hospital. "
Hace falta más gente, porque a veces no das abasto con el personal, tanto de médicos como de enfermería como de todo. Se nota bastante en las listas de espera y en el día a día", explica la joven, que también considera que se podría mejorar también es aspecto de la formación: "Quizá, por falta de tiempo,
el tema de la investigación no lo tocamos mucho".
Por ahora, la única preocupación de la especialista es acabar su residencia: “No me planteo nada a largo plazo, solo acabar”.
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