La Revista

Mi hijo murió por culpa de la pseudociencia

Mario murió con tan solo 21 años al serle detectada una leucemia, un tratamiento a base de hongos acabó con él

Julián Rodríguez, el padre del joven que señala a la pseudociencia como la culpable de la muerte de su hijo.

15 abr 2017. 20.00H
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POR JESÚS ARROYO
Hace cuatro años que a Mario le diagnosticaron leucemia en el hospital Arnau de Valencia. Solo tenía 21 años cuando la enfermedad, seis meses después de ser detectada allá por enero de 2014, derivó en el fallecimiento del joven. Su padre, Julián Rodríguez, recuerda aquel día con tal detalle que parece que fue ayer. Quizás tal precisión se debe a lo que vino después, cuando la pseudociencia y un “sinvergüenza” aparecieron en su camino.

“Desde el principio, su madre, amiga de las mal llamadas terapias alternativas y enemiga de la ciencia, no aceptó la propuesta de quimioterapia que ofrecía el hospital. Menos mal que mi hijo reflexionó y empezó con la ‘quimio’, pero al segundo día del tratamiento mi exmujer acudió a este sinvergüenza, que dice que cura el cáncer, y a partir de ahí ya comenzó a recetarle una serie de píldoras para los efectos secundarios de la quimioterapia”. Julián se refiere a José Ramón Llorente, el supuesto médico que es capaz de eliminar las células cancerígenas con un tratamiento a base de vitaminas, según presume él mismo en sus vídeos de YouTube y en diferentes artículos sin base científica. Con su tratamiento solo consiguió agravar las dolencias de Mario y propiciar un final dramático. 

¿Cómo se explica que un estudiante de Física se prestara a las quimeras de un ‘chamán’?  “El chico tenía cáncer y tenía miedo. Intenté hacerle ver la locura que iba a cometer si abandonaba el tratamiento, pero Mario confiaba en las palabras del individuo, por culpa de su madre”, responde con rabia Julián. Ni sus amigos, ni miembros de la Asociación contra la leucemia y enfermedades de la sangre (Ascol)  consiguieron hacerle cambiar de opinión.

TRATAMIENTO A BASE DE HONGOS

Mario Rodríguez, el joven de 21 años que fue víctima de la pseudociencia. 

Ahora, la Audiencia Provincial de Valencia sentará en el banquillo de los acusados a Llorente al acreditar que se presentaba públicamente como médico, aunque con el adjetivo de naturista. "Le prescribía a Mario un tratamiento que decía ser contra el cáncer, pero que interfería en su recuperación, al llevar algunos elementos contraproducentes, como hongos o alcohol. Además imponía su autorización y visto bueno a los pasos del tratamiento médico auténtico que precisaba Mario por su leucemia, pautándole personalmente el programa de su tratamiento; ajustándole la medicación", explican los magistrados, que aseveran: "No hay duda: el investigado desplegó una praxis propia de un médico sin serlo".

Precisamente, ese es uno de los motivos que alega Audiencia para sentar a Llorente en el banquillo, para que no "se sienta legitimado judicialmente para proseguir con tan peligrosa actividad". Según recoge el auto, el falso médico figura como “experto en Medicina que aborda el cáncer” y aparece en vídeos en internet "hablando con terminología de apariencia médica del cáncer, de su más ventajoso tratamiento con vitaminas, frente a la quimioterapia".

"No hay duda: el investigado desplegó una praxis propia de un médico sin serlo", asegura la Audiencia Provincial de Valencia


“Nosotros al principio creíamos que José Manuel Llorente era médico, pero cuando Mario murió fui personalmente al Colegio de Médicos de Valencia con la intención de presentar una denuncia contra este tipo. En ese momento descubrí que ni si quiera tenía el título”, cuenta Julián. Ese día, recuerda, fue consciente de que tenía que hacer justicia para honrar la memoria de su hijo y no dejar que nadie más cayera en las manos de los curanderos.

Julián, por suerte, nunca ha tenido la oportunidad de cruzarse frente a frente con el “verdugo” de su hijo, pero admite que le mandó varios mensajes en los que le exigía que pidiera perdón. Nunca recibió respuesta. “Yo no quiero saber absolutamente nada de este señor. Lo que me pide el cuerpo es matarlo. Pero lo único que quiero es hacer justicia para ejemplarizar su caso”, relata.

eSTAFADOS
Este padre calcula que Llorente les estafó a él y a su familia más de 5.000 euros, después de seis meses de tratamiento fallido, basado en medicina Ortomolecular, una pseudociencia que carece de fundamento para curar enfermedades. Precisamente detrás de este tratamiento se apoya la Sociedad Española de Nutrición Ortomolecular, que está presidida por José Ramón Llorente. La misma Sociedad ofrece un curso en 'Técnico superior en nutrición ortomolecular' por 1.350 euros.



Lejos queda ya el día que Julián Rodríguez fundó la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (Apetp), desde donde peleó con ayuda de divulgadores, activistas y especialistas contra la difusión de mensajes contrarios a la ciencia médica que, según el escrito de la Audiencia Provincial de Valencia, “puede costar la salud y hasta la vida”. Pero hoy ya “no tengo nada que ver con ella”, en referencia a su permanencia con la Apetp.

Este padre se define como “un hombre de acción” que al ver que desde la Asociación que él fundó no se conseguía poner fin a este tipo de terapias, prefirió optar por acudir a la justicia. “Tengo una buena relación con ellos, pero a través de la difusión no se va a acabar con esto. Ahora estoy empezando con otra plataforma para hacer que se cumplan las leyes. Porque hay normas más que de sobra para que determinados personajes no estén mal informando a la sociedad, pero claro si no denunciamos no se van a hacer cumplir”, explica.

Cuando se le pregunta por la raíz de este problema, Julián lo tiene claro: “Los políticos y el Ministerio de Sanidad saben perfectamente que hay más de 40.000 centros sanitarios que imparten pseudociencias. La sociedad está infectada de brujería moderna porque las autoridades no hacen nada. Tengo multitud de solicitudes interpuestas a inspección de sanidad de la Conselleria de la Comunitat Valenciana y ni siquiera me han contestado. Los políticos saben perfectamente cuál es el problema”.

Una semana antes de que la leucemia venciera a Mario, este fue consciente del error que había cometido dejándose aconsejar por alguien que se autodenominaba como médico. Su padre recuerda las cuatro palabras que su hijo le dijo antes de morir: “Papa me he equivocado”. “Él creía que este tipo era médico y le iba a curar a través de un tratamiento naturista; así se lo manifestó y se lo hizo creer. Él no se equivocó. A él le engañaron”.

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