La aplicación de la reforma laboral aprobada por el Gobierno ha dado protagonismo a un nuevo perfil de contrato de trabajo que cada vez se ha hecho más popular en España: el
fijo discontinuo. En el mes de diciembre, las empresas han firmado más de
177.000 nuevas altas bajo esta modalidad que permite contratar a los empleados de manera intermitente para cubrir las necesidades de las diferentes temporadas del año. Sin embargo, su implementación no ha estado exenta de polémica. Aunque los nuevos cambios normativos han permitido poner un mayor coto a la temporalidad, las cifras oficiales no reflejan
cuántas personas están en activo en cada momento y cuántas en suspensión. Una realidad que por el momento no ha salpicado a la sanidad. Fuentes sindicales han explicado a
Redacción Médica que prácticamente no hay profesionales sanitarios acogidos a este tipo de contratos nuevos en el Sistema Nacional de Salud (SNS):
“No existe esa figura”. Un problema que se ahorrará en su agenda política la vicepresidenta
Yolanda Díaz…
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