El
Premio Nobel de Medicina ha recaído,
finalmente, en el científico japonés
Yoshinori Ohsumi, cuyos experimentos fueron clave para entender la autofagia. En las quinielas sonaba muy fuerte el nombre del español
Francis Mojica que, de haber prosperado su nominación, podría haberse convertido en el tercer español en recibir este reconocimiento, después de
Santiago Ramón y Cajal en 1906 y de
Severo Ochoa en 1959. Mojica es muy querido en su pueblo natal, Elche, y de ahí que sus paisanos no quieran que el nombre de tan ilustre vecino se pierda en la posteridad. Para ello, han comenzado una recogida de firmas para dedicarle
una calle. El grupo cultural
Tonico Sansano quiere también que el Ayuntamiento le nombre
hijo predilecto, un pequeño reconocimiento local al científico que hace 15 años inició el camino que ha permitido desarrollar la tecnología
Crispr, que tantas
aplicaciones tiene en el campo de la Medicina y Biología.
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