La
Asociación de víctimas de la talidomida en España (Avite) ha solicitado formalmente
"a todos los alcaldes la nominación del Paseo de la infamia de Grünenthal" en sus pueblos como medida de concienciación social por el
caso de la talidomida, el fármaco de la compañía que se vendió entre 1957 y 1963 como anestésico contra las náuseas causadas por el embarazo. A raíz de su consumo, miles de personas desarrolaron
focomelia, una anomalía congénita que se caracteriza por la
carencia o escasa longitud de las extremidades, algo por lo que el colectivo lleva litigando con la empresa en los últimos 13 años. Y
Lleida es la primera ciudad que se ha planteado seriamente incluir este paseo en su callejero.
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