A la ministra de Sanidad se le ha acabado su periodo de cortesía, ese en el que los representantes políticos y sanitarios se mantienen a la expectativa y con cierta empatía a la espera de ver las intenciones de la responsable sanitaria para la legislatura. Pero
Dolors Montserrat ha recibido sus tres primeros reveses en menos de 24 horas: el primero, de la mano del
sindicato Satse, que ya le ha
anunciado "un 2017 de conflictividad enfermera" por no mostrar interés ante sus reivindicaciones y dejar el conflicto de la prescripción condicionado al acuerdo de los profesionales afectados. El segundo, de manos de la presidenta andaluza,
Susana Díaz, que ha
tachado de "insensatas" las palabras de Montserrat sobre la subasta de medicamentos de la Junta. Y el tercero le ha llegado del
Sindicato de Estudiantes. Su secretaria general, Ana García, ha tachado de "broma" y de "brindis al sol" el anuncio de un programa de movilidad dentro de España para estudiantes entre 14 y 18 años que ha anunciado la ministra. Tres toques de atención que demuestran que no todo son buenas palabras hacia la recién llegada y que ya ha comenzado realmente el periodo en el que desde el Ministerio tienen que demostrar cuáles son sus planes sanitarios para los próximos años y ponerse 'manos a la obra'...
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