Presentes 229, sí 2, no 207 y abstenciones 130. Estas han sido las palabras de
Ana Pastor que han creado el revuelo durante la
votación del dictamen de la proposición de Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida celebrado el pasado jueves. Una aprobación que parecía tranquila a efectos de la
discusión entre diputados pero que se ha revolucionado en la platea de los asistentes. Un nutrido grupo del personas presente en la
Cámara Baja, sin portar ninguna identificación o pancartas con sus proclamas, se han levantado e insultado a los diputados
previsiblemente por el rechazo de dichas enmiendas. "No tenéis vergüenza", gritaban desde el público mientras que tiraban papeles y los
servicios del Congreso de los Diputados les desalojaban de la tribuna...
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