El
Gobierno de Cantabria ha tomado la medida más contundente desde que el pasado mes de abril se decretó el confinamiento domiciliario en toda España desde que comenzó la pandemia del
Covid-19: decretar
el confinamiento de todos los municipios de la comunidad para prohibir la movilidad entre ellos. "Vivimos momentos muy duros y hay que tomar decisiones en consecuencia de esa gravedad", ha dicho el presidente regional,
Miguel Ángel Revilla, a la hora de presentar esta solución, que ha catalogado como
"drástica", pero necesaria para
evitar "alcanzar cifras insoportables para el sistema sanitario". Por ello, el día que ha hecho pública esta resolución ha sido
"el día más duro de toda mi vida política". Hasta tal punto que, debido a lo prolongado de la rueda de prensa para dar las explicaciones pertinentes al respecto, y algo habitual en un personaje político acostumbrado a extensas homilías, Revilla ha dicho que
"no me podré vacunar de la gripe porque no voy a llegar a tiempo a la cita en mi centro de salud"...
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