La ya
presidenta del Congreso de los Diputados despierta un enorme cariño en Crecente, la localidad gallega donde comenzó a ejercer la medicina y donde los habitantes la recuerdan con especial cariño. Preguntados por su paso por el pueblo, uno de los vecinos cuenta cómo se atragantó con un hueso y fue ella quien se lo retiró, 'salvándole la vida'. En Crecente ya existe una
plaza dedicada a la exministra, y la habitación del hostal donde se alojaba ha sido rebautizada: ahora se llama "
habitación doña Ana". Muestras de cariño para la que en su día fue la médico del pueblo y que hoy preside la Cámara Baja de las Cortes...
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