Este viernes ha fallecido, con 89 años,
el oftalmólogo contemporáneo más famoso de España. Los médicos y los pacientes con afecciones graves en el ojo saben que, en especial entre los años 70 y 80 del siglo pasado, no había caso clínico de esa clase que se diera en cualquier consulta del país que no solicitase
acudir a la Clínica Barraquer de Barcelona (fundada por su padre) para conseguir una segunda opinión (si no había tenido la suerte de ir a ella como primera opción). Tampoco ha pasado desapercibido en el sector sanitario
el clan de la familia Barraquer, auténtica saga de oftalmólogos descubridores de avances médicos muy relevantes en su campo, en concreto el tratamiento de la catarata y el glaucoma. Doctor Honoris Causa por 11 universidades de todo el mundo y
presidente de la Sociedad Española de Oftalmología, con su desaparición también se esfuma un trocito de la Historia de la sanidad española.
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