Los profesionales de
La Ribera lo tienen claro:
la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana está en ‘persecución’ continua contra su hospital. El último hecho que ha levantado sus sospechas tiene que ver con el expediente grave que ha abierto el departamento que dirige
Carmen Montón al médico de Alzira que realizó pruebas diagnósticas a menores sin el permiso de sus padres, así como la
sanción de 10.000 euros que le ha impuesto. A pesar de que los hechos son importantes y no se deben ser obviados por las autoridades,
ninguno de los niños sufrió problemas de salud por este hecho, tal y como informó a los padres inmediatamente el centro. Pero no solo eso. Como se demostró,
el hospital también amonestó por escrito al profesional y al jefe de Servicio de Neurofisiología del centro y
estableció un protocolo interno para evitar este tipo de situaciones. Por eso, desde los pasillos de La Ribera no entienden cómo si ya se ha actuado contra este hecho,
Sanidad vaya más allá contra uno de sus profesionales, y cargue contra él de esta manera cuando
“jamás en la historia de la sanidad española, un error administrativo sin daño para el paciente ha sido objeto de tal persecución”, se comenta de puertas para dentro del centro…
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