Todo
el universo de Donald Trump tiene un tono ostentoso y esperpéntico; y el médico personal del candidato republicano no podía ser menos.
Harold Bornstein es el peculiar facultativo del multimillonario empresario, quien se encarga de su salud desde hace 35 años,
heredando el honor de su padre, el doctor Jacob Bornstein. Con un estilo que camina
entre The Beatles y la explosión chamánica del corrupto Marcos Benavent, y un nombre de película de terror de los años cincuenta, este profesional está
especializado en gastroenterología, es decir, en aparato digestivo. Ejerce en Nueva York, donde tiene su consulta, y de él se puede leer el parte médico de Donald Trump
(acceda aquí), donde afirma que el candidato es
“el individuo más sano jamás elegido para la presidencia”. “Su fortaleza física y su energía son excepcionales”, añade en el documento, que no es sino otra herramienta con la que hacer campaña. Un médico que dista del
perfil de Lisa R. Bardack, quien controla a Hillary Clinton y que cuenta con un estilo mucho más discreto. En resumen, que en común solo tienen la profesión y el objetivo de alcanzar
la Casa Blanca...
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.