Según datos del Servicio de Empleo Público Estatal, unas 250.000 empresas en España han solicitado acogerse a un
expediente de regulación temporal de empleo, los conocidos como ERTE, en medio de esta crisis del
coronavirus. Este concepto parece difícil de aplicar en el ámbito sanitario, donde todas las fuerzas son pocas. Sin embargo, hay empresas vinculadas a la sanidad que
no han tenido más remedio que acogerse esta figura por la imposibilidad de llevar a cabo su trabajo. Se trata de las CRO (acrónimo de
contract research organization), que hacen el seguimiento de la mayor parte de ensayos clínicos que se realizan en España y cuyos empleados
superan, en conjunto, los 40.000 trabajadores. Este medio ha podido saber que varias de las grandes entidades de este ámbito en nuestro país se han acogido a ERTE o están a cercanas a hacerlo. Y es que
la actividad de ensayos clínicos está parada, bien porque se ha pospuesto toda actividad no urgente en los hospitales, bien por la imposibilidad actual de acudir a un centro a recoger los datos, la falta de tiempo de los investigadores o la propia seguridad de los pacientes…
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