Poner al paciente en el centro del sistema o la importancia de la
relación médico-paciente son ideas que resuenan cada vez con más frecuencia en los titulares de los políticos y gestores sanitarios. Su importancia y el valor del paciente en la profesión médica ha sido motivo de más para la
Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina para abogar por el nombramiento de la
relación médico-paciente como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, proyecto que lidera el presidente de honor de CESM,
Patricio Martínez. Así ha sido aprobado por unanimidad en la Asamblea General de la Conferencia de Decanos, que insta con esta petición al Gobierno a proponer esta idea a la Unesco y declarar así la relevancia de esta relación, que tiene más de 3.000 años de historia. Su declaración serviría para fomentar la importancia de la ética y el humanismo de la Medicina, y no olvidar así el factor más importante que debe de conservar un médico:
la comunicación con sus pacientes...
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