El Consejero de Sanidad asturiano,
Francisco del Busto, disfruta desde este viernes de
dos semanas de vacaciones. Un día después de comparecer en un
pleno monográfico sobre la "preocupante" situación de su departamento, el titular
huye de los focos y de los dolores de cabeza de la gestión. Dado el estado en que deja la sanidad asturiana, no está claro que puedan calificarse como
merecidas vacaciones. Pero seguramente sí sean
deseadas. Tan deseadas
que han adquirido rango de ley. En un acto de
transparencia, las vacaciones del consejero se proclaman con luz y taquígrafos en el
Boletín Oficial. El diario del Principado publica un
decreto por el que, durante su ausencia, “desde el día
22 de julio al 7 de agosto de 2016, ambos inclusive”, el
consejero de Sanidad será sustituido por el titular de
Empleo, Industria y Turismo. Tal vez el parón le sirva al consejero para adquirir
renovadas energías para afrontar los problemas de la sanidad asturiana. Pero quizá tampoco le vendría mal pedirse, para el nuevo curso, un
viceconsejero de Sanidad. Alguien que le ayude a
sacar adelante todos los retos que tiene por delante y, sobre todo, que le pueda
sustituir cuando se vaya de vacaciones...
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