Según ha podido saber Redacción Médica,
el consejero de Salud de Cataluña, Antoni Comín, se reunió este miércoles a última hora de la tarde con representantes de los distintos partidos para
rendir cuentas sobre una de las polémicas más sonadas desde que este llegara a la Consejería: la crisis por el
enterovirus. Lo hizo apenas unas horas después de que
Puigdemont anunciara un referéndum separatista en el Parlament para septiembre de 2017. Fuentes que estuvieron en esta reunión a puerta cerrada han explicado que Comín no hizo
ningún tipo de autocrítica sobre una gestión que tuvo su pico de noticias negativas después de que pasaran varios días de silencio respecto a lo que estaba ocurriendo. Sobre esto, el responsable sanitario achacó su espera a fiarse de las indicaciones de Carlos Rodrigo, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Vall d'Hebron. “
Se fía completamente de él y eso hizo que se tomara las
responsabilidades políticas o de comunicación con demasiada calma para su puesto”, han añadido estas fuentes...
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