El camino a recorrer por la propuesta de que la
relación médico-paciente sea declarada
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco sigue sumando etapas. Tras el pequeño traspiés que supuso conocer la
amplia lista de espera que afecta a estos proyectos y ser informados de que deben ser las comunidades autónomas las que lo presenten, ahora los promotores de la propuesta han sumado un
importante apoyo que llega directamente desde el
Vaticano. Esta semana,
Pablo Requena, delegado de la ciudad santa en la
Asociación Médica Mundial confesaba sentirse honrado al ver que "la OMC de mi país esté empeñada en defender el pilar de la Medicina" que supone la relación médico-paciente, y esperaba que el Vaticano haga suya la propuesta. Según ha podido saber este diario, el impulsor de esta iniciativa,
Patricio Martínez, presidente de honor de CESM ya ha establecido contacto con Requena, quien le ha "dado consejos" y se ha
comprometido a abrirle algunas puertas. Pese a que solo se trata de un primer contacto que invita a esperar una próxima comunicación, el delegado de la Asociación Médica Mundial "ha mostrado su predisposición" a colaborar para que el proyecto llegue a buen puerto...
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