El 19 de octubre de 2013 comenzaba una historia de esas a las que ponen fin los tribunales. En concreto, el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 1 de Mérida resolviendo que María Jesús Mejuto, consejera de Sanidad extremeña entre 2007 y 2011,
sacó aquel día un inmaculado 9,3 en el examen de Cirugía General y Aparato Digestivo. Una calificación (la más alta de la convocatoria) empañada por el escándalo, al haberla obtenido en
unas oposiciones que ella misma había convocado, con un presidente de tribunal que había sido
cargo de confianza durante su etapa política y con la sombra de que podía haber visto la prueba antes de realizarla. Aquello derivó en que el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura
ratificara una sentencia que anulaba su nota, al ver en el proceso
“evidencias de parcialidad”. Situación que Mejuto recurrió y que le ha dado, ahora ya de forma inapelable, su plaza de facultativa en el Servicio Extremeño de Salud…
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