Ordenar y utilizar los
millones de datos de salud de los habitantes de los países miembros será posible cuando se conforme el
Espacio Europeo de Datos Sanitarios (EEDS). Un gran proyecto que está llevando a cabo la Unión Europea y que todavía tiene
aspectos que apuntalar. Por ejemplo, fuentes de la industria farmacéutica ponen el foco en garantizar la seguridad de esta información. "El EEDS se basa entre otros en el Reglamento general de protección de datos (RGPD), la propuesta de Ley de Gobernanza de Datos y la Directiva sobre Ciberseguridad, por lo que todos los usuarios de datos, incluidas las farmacéuticas
han de ceñirse a lo establecido en ellas", explican en declaraciones a
Redacción Médica.
Además, las compañías confían en que este
repositorio traiga nuevas vías para la investigación farmacéutica, sobre todo con el uso secundario de los datos mediante la ejecución de estudios observacionales. No obstante, también habrá que definir el
papel que van a jugar los diferentes actores (proveedores de datos, de tecnología, usuarios de los datos), así como aquellos asociados al acceso al dato, propiedad industrial, intelectual… En este sentido, también habrá que ver cómo integrar la
inteligencia artificial y el big data para "potenciarán el impacto y el alcance de los resultados que puedan generarse al explotar los datos del EEDS". Sin duda, se trata de un trabajo amplio que no estará listo hasta 2025…
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