Chapeau por los enfermeros españoles. El trabajo detrás de este
Congreso Internacional de Enfermería en Barcelona ha conseguido que este miércoles, con su clausura, se haya escrito una página con
letras de oro en la historia de la profesión. Son muchos los que se han
dejado la piel para que este encuentro saliera bien; para conseguir
llenar hasta los topes un plenario con cientos de enfermeros; para que nadie haya querido irse hasta la última charla; para que Barcelona fuera el
epicentro de la sanidad mundial durante casi una semana. Un éxito atribuible a miles de enfermeras y enfermeros españoles que han volcado todo su esfuerzo e ilusión en que saliera adelante un proyecto liderado con ingenio y solvencia por
Máximo González Jurado. Sin olvidar a sus segundos espadas,
Florentino Pérez Raya y
Pilar Fernández, que han brillado con luz propia, como también lo ha hecho el director del Observatorio Enfermero,
José Luis Cobos. A ellos se suma el respaldo inquebrantable de los consejos autonómicos y los
colegios provinciales (con
Madrid y Barcelona al frente) y el titánico esfuerzo del equipo de comunicación capitaneado por
Íñigo Lapetra. Un trabajo conjunto que, como bien ha señalado Máximo González Jurado, “va a tener
impacto en la Enfermería mundial durante más de 25 años…”
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