El Gobierno aragonés
no quiere que la Sanidad sea un campo de batalla político y así lo está demostrando con la gestión de problemas como la convocatoria extraordinaria de
1.483 plazas de vacantes sanitarias, que de momento tiene paralizada. Para empezar porque a pesar de que los sindicatos
no reconocieron al consejero Sebastián Celaya como un interlocutor válido para negociar e incluso han amenazado con
una huelga al Ejecutivo de Javier Lambán, fuentes de su entorno comentan a Redacción Médica que las centrales sindicales
están en su derecho de expresarse en libertad. Estas mismas también reconocen un
“respeto absoluto a la labor de la oposición”, después de que el PP haya presentado una Proposición No de Ley para que se active la citada OPE, que plantea un camino alternativo a la reforma legal que quieren potenciar los socialistas para poner fin al conflicto laboral…
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.