A finales del año 2022
la semaglutida empezó a faltar en las estanterías de farmacia por un presunto uso irregular del fármaco. Este compuesto se prescribe para
controlar los niveles de azúcar en sangre en adultos con diabetes tipo 2 cuando otros medicamentos no lo controlan como deberían. Su inyección también sirve para reducir el riesgo de sufrir un
derrame cerebral o un ataque cardíaco, entre otros. Según ha podido saber
Redacción Médica, a ojos de los profesionales de la
Medicina Interna, el desabastecimiento de la semaglutida ha quedado zanjado, puesto que afirman que “ahora mismo” hay dosis suficientes disponibles. “El laboratorio que lo comercializa ha aumentado su fabricación para reponer la falta de stock”, afirman a este diario, por lo que las personas que sigan necesitando el medicamento, lo podrán encontrar en su farmacia de confianza…
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