La polvareda que se ha levantado en las últimas horas, a raíz de la trascendencia de algunos artículos de mayor envergadura del
borrador del Estatuto Marco, no ha trastocado ni los planes ni el tesón de la ministra de Sanidad,
Mónica García, quien todavía espera recabar el apoyo unánime de los sindicatos en el encuentro que tendrá lugar el próximo 22 de enero.
“
No nos podemos permitir otra cosa”, declaraba a
Redacción Médica la mandataria progresista (que este mismo jueves celebra su cumpleaños), confiada en que su “capacidad de persuasión” podrá inclinar la balanza a su favor pese a las
críticas de las centrales en torno a asuntos como la exclusividad en la gestión púbica y de los MIR y la
flexibilidad en el tope de horas de jornada. Incide, además, en que el texto se encuentra aún abierto a cambios que puedan allanar el acuerdo.
“No quiero dejar el Ministerio
dejando las cosas como estaban -ha apuntado-. Habrá críticas legítimas, pero tenemos que avanzar, no podemos seguir con una legislación obsoleta”...
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