En toda relación de dos siempre hay altibajos, más cuando se trata de un jefe y un subordinado. Le ha pasado históricamente a la que mantienen por obligación el
Ministerio de Sanidad y la
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Hubo tiempos y ministros/as que por cuestiones políticas y técnicas de unos y otros tuvieron sus más y sus menos. No hay que remontarse mucho, algo más de un año atrás, cuando recién aterrizada
Carmen Montón estalló
la crisis del valsartán. Aquello retumbó en el sector farmacéutico español y acabó con
el cese de Belén Crespo y la llegada de
María Jesús Lamas. En su etapa ministerial
María Luisa Carcedo está manteniendo un contacto muy directo con Lamas y la sintonía entre ambas y sus respectivas instituciones parece vivir un buen momento. Muestra de ello puede ser
la visita que la ministra ha hecho a las instalaciones de la Aemps este martes. Una señal de que Carcedo respalda políticamente un trabajo técnico que día a día convive con muchas presiones y tensiones...
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