Un buen candidato a las elecciones presidenciales debe tener un programa electoral realista, propuestas que ayuden a luchar contra la corrupción, que reactiven la economía, que mejoren el estado de bienestar y... que tenga una
salud de hierro. De esto presume
Donald Trump, y con ello
quiere destrozar a su rival, alimentando los rumores que afirman que
Hillary Clinton convulsiona, que necesita ayuda para subir las escaleras o que no se separa de su médico por si sufre un ataque. Trump le ha pedido que muestre su informe médico públicamente, pero se ha olvidado de que la candidata demócrata ya lo hizo el verano pasado. En él se podía leer que que era "una mujer sana", que padecía hipotiroidismo y alergia al polen...
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