Concluidos todos los formalismos, Ministerio de Sanidad y sindicatos han retomado la reforma del
Estatuto Marco del personal estatutario de la sanidad, una tarea enquistada en la que se viene trabajando a cuentagotas y que se ha acordado acelerar con el objetivo de alcanzar un consenso (ya se verá si de mínimos o de máximos) de cara a junio. Sobre la mesa están la
reclasificación profesional, la
jubilación anticipada del personal sanitario y la
jornada de 35 horas, aunque las partes implicadas asumen que estas cuestiones a priori más delicadas se abordarán hacia el final de la negociación. En la reunión de este martes, tal y como avanzó este periódico,
el debate se ha centrado en los capítulos 1 y 3 del código, relativos a las bases reguladoras de la situación del personal estatutario de salud y a los mecanismos de ordenación y planificación de las plantillas y sobre los que hay similitudes entre Ministerio y agentes sociales; pero también diferencias.
Las distancias, en cualquier caso, no parecen insalvables. Diferentes voces vinculadas a la negociación apuntan a que estas divergencias son
esencialmente de redactado. En este sentido apuntan que han pedido más
“seguridad” y “concreción” en el texto para que no haya lugar para la “interpretación” a la hora de abordar con las administraciones autonómicas las condiciones laborales del personal sanitario. Por ejemplo, para impedir posibles “arbitrariedades” en la selección de puestos.
En cualquier caso, y a
falta de acuerdos “de calado”, las sensaciones son a grandes rasgos positivas. El Ministerio de Sanidad ha vuelto a citar a los sindicatos para la próxima semana, en la que, según ha podido saber Redacción Médica, se estudiarán los
capítulos 4 (derechos y deberes del personal estatutario) y
5 (adquisición y pérdida de esta condición). El proceso no ha hecho más que comenzar...
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