Hasta hace poco más de 3 años, la planta 22 del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla funcionaba como estudio improvisado del pintor Antonio López. No es que la planta en sí rebosara belleza, sino que desde lo alto de este hospital hay unas de las mejores vistas de todo Madrid. El artista, cuyos cuadros se pueden ver en el Museo Thyssen de Madrid hasta el 22 de mayo, se encontraba en mitad de la creación de una de sus obras hiperrealistas cuando se decidió recuperar el proyecto para convertir a este piso en la referencia de las unidades de infecciosas de España y tuvo que abandonar el hospital con sus lienzos y pinceles. “Ya se sabe que Antonio López tarda siempre mucho en acabar sus cuadros”, comentaba uno de los militares presentes a principios de este mes durante la presentación de las instalaciones a la cúpula de las Fuerzas Armadas, encabezada por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, Fernando García Sánchez. Al final de la visita, los jefes militares subieron a la azotea del Gómez Ulla desde donde se puede disfrutar de las mismas vistas que un día inspiraran al pintor…
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