“Las inversiones han vuelto”. Son palabras del consejero de Salud catalán,
Antoni Comín, que se ha venido arriba en cuanto ha cogido una pala para poner la primera piedra de un centro de salud. Esta obra, presupuestada en 3,4 millones de euros, es
menos de la mitad de lo que invertía el exconsejero
Boi Ruiz de forma individual en varios centros que inauguró en su mandato. Los cuales, por cierto, comenzó a construir en los peores años de la crisis económica. Para rematar, el responsable sanitario ha asegurado que los presupuestos de su Consejería para 2017
suponen la reversión de un tercio de los recortes, una afirmación que
llama la atención teniendo en cuenta que esas cuentas aún no están aprobadas por el Parlament. Todo es cuestión de refugiarse en una burbuja...
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