Las críticas y campañas en contra del consejero de Salud,
Antoni Comín, protagonizadas por la CUP,
socio del Govern en el proceso independentista, se han ido sucediendo desde que tomó el cargo. En ese tiempo, si algo ha quedado demostrado es que
la CUP no acepta la gestión de Comín, y para ello han utilizado todo tipo de recursos, desde una recogida de firmas en contra de su modelo sanitario hasta carteles en los que aparecía siendo 'abofeteado' por una enfermera. Pero sorprende que ninguna de esas críticas haya ido acompañada de la palabra dimisión. Según cuentan fuentes de la
CUP, Comín es una “herramienta” más del proceso independentista que
comparten con el president Puigdemont. En ningún caso, y es evidente, aceptan las decisiones sanitarias tomadas por el consejero, pero si comparten el discurso común en favor de la independencia que ambos emplean. De este modo, Comín no estorba a la CUP,
siempre y cuando este no se interponga en los planes secesionistas...
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