No romperán la baraja. Eso es lo que piensan los sindicatos canarios respecto del
duro ajuste presupuestario en Sanidad adelantado por el presidente regional,
Fernando Clavijo. Los representantes de los trabajadores se mantienen a la expectativa, de momento, ante lo que consideran
pura escenificación. Los conocedores de la política canaria recuerdan que Coalición Canaria suele plantear faroles a sus socios a mitad de mandato, pero que el órdago de la ruptura del pacto no llega hasta el último año. En esta ocasión, Clavijo ha aprovechado las vacaciones del consejero
Jesús Morera (quien se reincorporaba este martes) para
forzar el escándalo e incluso suplantarle (reuniéndose con los gerentes de los hospitales). Morera ha respondido al farol con las cartas que tenía más a mano: advirtiendo en sede parlamentaria que los recortes supondrán
empeorar la lista de espera y
disparar la conflictividad laboral. La solución, señalan los sindicatos, puede venir por un
crédito extraordinario, en línea con lo que están planteando algunos grupos políticos. Canarias tiene margen para gastar 57 millones extra, que es, millón arriba o millón abajo, el monto del
presunto desvío presupuestario...
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