No son pocos los pacientes que se ven obligados a pasar la Nochevieja en la cama de un hospital. Una de ellos es la alcaldesa de Madrid,
Manuela Carmena, que había ingresado por una infección derivada de su operación de tobillo. Este miércoles Carmena abandonaba en silla de ruedas el
Hospital Universitario de La Princesa. A su salida, la regidora no ha dudado en ensalzar la labor de los profesionales sanitarios durante la última noche del año, subrayando “lo bien organizado que está el hospital", donde los pacientes disfrutaron de "uvas y un pequeño botellín de sidra". "Agradezco muchísimo el ambiente; es una experiencia ver cómo en un hospital se puede tener una buena noche de fin de año...
la cena era muy rica", ha apuntado, para añadir que el menú se componía de "almejas, lubina, y turrones”…
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