Las
elecciones al
Pleno del Consejo General de Enfermería (CGE) que se celebraron este sábado tuvieron un ganador: la lista ‘oficialista’ de la que formaban parte un buen número de los actuales miembros de la Junta Directiva que
rodea al presidente, Florentino Pérez Raya, investigado por presuntos delitos de “apropiación indebida, administración desleal y falsedad continuada". Una lista que se presentó a los comicios bajo el nombre:
‘Todos y Todas A1’. Un eslogan que mantenían también en su programa, donde argumentaban entre sus objetivos: “Por duración del título de grado y por la responsabilidad y competencias de las enfermeras,
alcanzar el cambio a la categoría A1 en las administraciones públicas de forma urgente”. Lo curioso es que apenas un día después de proclamarse ambas candidaturas, el
CGE emitía una nota de prensa difundida a todos los medios de comunicación donde se informaba de una carta
enviada por el Consejo y firmada por su presidente a la ministra de Sanidad, reclamando precisamente ese cambio a categoría A1. Un gesto que daba la sensación de que Pérez Raya había empezado la campaña electoral por una de las listas
aprovechando su posición e
instrumentalizando además para ello los contactos con la ministra de Sanidad. Un gesto alejado en todo caso de la
equidistancia que merecen las listas en todo proceso que aspira a ser democrático...
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