En numerosas ocasiones las personas deciden aferrarse a determinados objetos a los que atribuyen un valor especial a modo de amuleto. Esto acaba de ocurrirle a la ministra de Sanidad,
Dolors Montserrat, que aún se lamenta por haberse separado de
un dibujo que su hijo le hizo sobre la Torre Agbar como sede de la EMA en Barcelona. Según
publica el diario El Mundo, la ministra paseaba el sábado previo a la decisión europea con el niño de seis años cuando al observar el edificio le pregunto a su madre,
conocedor de la importancia del proyecto: "¿Si consigues la EMA,
tu jefe Rajoy te dejará volver a trabajar a Barcelona?". El niño no deja de tantear a Montserrat por las opciones de que vuelva a la ciudad condal, puesto que desde que ocupa el Paseo del Prado la comunicación con su madre de lunes a viernes es vía
Facetime. De modo que con la inocente picardía que caracteriza a los niños, iba dejando dibujos a su madre en su vivienda catalana. Uno de los últimos fue precisamente el de la Torre Agbar, que le regaló enmarcado y que la ministra
interpretó como un amuleto; tuvo la corazonada de que si lo llevaba a todos lados se traería la EMA a Barcelona. Así lo hizo, y se lo llevo a su casa en Madrid, pero por despiste o estrés lo olvidó allí antes de coger el avión a Bruselas el lunes de la pasada semana. Pese a que intentó por todos los medios que alguien se lo acercase, finalmente no pudo ser, y la
capital catalana cayó en primera ronda de votaciones. Y todavía anda Monserrat reprochándose ese olvido pese a que como con cualquier superstición,
nunca se sabe qué habría pasado de haber tenido el dibujo en Bruselas, y más aún, si "su jefe Rajoy" habría valorado las expectativas del pequeño...
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.