La consejera de Sanidad Universal y Salud Pública, Carmen Montón, ha anunciado este viernes la aprobación de un decreto que permitirá la presencia de desfibriladores en espacios públicos no específicamente sanitarios de la Comunidad Valenciana . La medida implicará que en aquellos centros educativos con un aforo superior a las 1.500 personas será obligatoria la instalación de este tipo de aparatos para prevenir posibles muertes por culpa de una parada cardiorrespiratoria.
Asimismo, la norma aprobada por el gobierno autonómico incluye otra serie de espacios públicos en los que la presencia de desfibriladores automáticos y semiautomáticos externos (DESA) será igualmente obligatoria. Como, por ejemplo, aquellas estaciones de metro con una afluencia diaria que supere las 2.000 personas y los centros deportivos a los que acudan a diario más de 500 usuarios.
Por otra parte, en determinados puntos estratégicos de localidades con una población superior a 50.000 personas, también deberá instalarse desfibriladores. En este caso, los aeropuertos, los puertos comerciales, así como las estaciones de autobús y de metro tendrán que disponer de una dotación de DESA en el futuro.
"Los DESA serán instalados en lugares visibles y deberán estar señalizados de manera clara y sencilla mediante la señalización universal recomendada por el Comité Internacional de Coordinación sobre Resucitación", ha explicado la consejera
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