Tras los diversos episodios meteorológicos que han golpeado la
Comunidad Valenciana, especialmente recordando la devastadora dana de 2024 y las recientes
lluvias torrenciales, el Consell ha decidido tomar medidas para que la
asistencia sanitaria nunca flaquee. El objetivo es claro: proteger la salud de la población, pase lo que pase.
La novedad principal es que se ha
declarado esencial la actividad de todo el personal que depende de la
Conselleria de Sanidad (médicos, enfermeros, técnicos, etc.), sin importar su contrato o régimen jurídico, en cuanto se active una situación de alerta o aviso por
fenómenos meteorológicos adversos o cualquier otra emergencia (incluida la
preemergencia).
¿Qué implica esto? En términos prácticos, significa que su
presencia y trabajo son prioritarios e ineludibles desde que se declara el aviso o alerta hasta que la autoridad competente en
Protección Civil lo dé por finalizado.
¿Por qué se hace? La Administración busca
garantizar y reforzar la continuidad de los servicios sanitarios, sobre todo en las zonas que puedan verse más afectadas, asegurando así el
derecho constitucional a la protección de la salud en momentos críticos.
Antecedentes que marcan la novedad
La experiencia reciente ha demostrado que las
emergencias climáticas pueden
colapsar infraestructuras y complicar el acceso a la
atención médica. Con esta medida, se busca evitar que falten manos o recursos en los
hospitales y
centros de salud en un contexto en el que son especialmente vitales.
Con este acuerdo ya publicado en el boletín regional, el
conseller de Sanidad tendrá vía libre para tomar cualquier medida necesaria con el fin de asegurar que esta nueva disposición se cumpla en la práctica y que los servicios sigan funcionando en
caso de emergencia.
En resumen, la
Comunidad Valenciana eleva el rango del trabajo sanitario en tiempos de crisis. Ahora, ante una alerta de inundación o cualquier otra emergencia, el
personal de Sanidad estará blindado como
recurso vital para la gestión de la crisis.
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