La
Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana ha explicado que los
vehículos que la Generalitat compró para resolver el traslado de médicos de
Atención Primaria al domicilio de los pacientes en las urgencias “no llevaban ningún acuerdo de conductores”. “Los profesionales tienen contemplado, dentro de
un complemento que ya perciben, esos traslados a los domicilios de los pacientes”, ha asegurado a
Redacción Médica.
Así se ha pronunciado tras la demanda realizada por el
Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV), que ha acusado a la Consejería de “incumplimientos”, ya que, estos
109 coches que el Gobierno valenciano compró hace más de un año “siguen paralizados” y la situación es “en extremo preocupante”.
La Consejería ha manifestado que estos vehículos para Atención Primaria “
ya están en todos los departamentos. Ahora los departamentos tienen que remitirlos a cada centro de salud y la entrega
será paulatina”.
Sin embargo, el sindicato cree que el Gobierno da una “interpretación torticera”: “Que el componente retributivo G de dispersión geográfica compensa
la conducción de un vehículo por parte de los profesionales sanitarios, cosa manifiestamente incierta”. "Además, tampoco se ha producido la generalización de este componente a los nombramientos de Atención Continuada y se ha incumplido el apartado 2 del mismo, «que preveía que los puntos de
atención continuada sean atendidos con vehículo y conductor".
Los coches de atención sanitaria a domicilio
Esta polémica se remonta a marzo del año pasado, cuando la Generalitat compró 109 coches para que el personal de los
Puntos de Atención Continuada (PAC) pueda cubrir las asistencias previstas. La Comunidad Valenciana se comprometió, según informan los periódicos regionales, a que una parte de los centros de salud dispusiesen de un
coche con conductor para trasladar a los médicos a las urgencias en sustitución de las ambulancias.
Los coches están, un año después de que se aprobara su compra, en los departamentos de salud esperando a ser repartidos tras su rotulación.
El problema llega cuando le toca al médico conducir el coche. A pesar de que Sanidad asegura que los traslados ya vienen en un complemento que perciben los médicos, según informaba
El Mundo, los facultativos avisaron que n
o podían ser ellos quienes condujeran los vehículos al considerar que, además de interferir con su ámbito deontológico, esas medidas podían generar un conflicto de intereses y derechos jurídicos, así como llevarles a incurrir en
delitos de mala praxis u omisión del deber del socorro si no acuden o llegan tarde a lo que pueda ser una emergencia.
Esta semana el
Sindicato de Médicos de Asistencia Pública (Simap) ha advertido de que los facultativos no deben aceptar la conducción de los coches y ha asegurado que se estaba solicitando a los médicos que acreditasen la posesión de
permiso de conducir.
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