Ribera Salud asegura que la compañía está "viviendo el Riberexit" (un término sacado del Brexit) por parte de la Generalitat Valenciana y que su Consejería de Sanidad no "cumplirá con los pacientes". “Creo que alguien está intentando transmitir una sensación a la sociedad que va mucho más allá de las líneas rojas de las buenas relaciones institucionales”, ha comentado Alberto De Rosa, consejero delegado de esta concesionaria, que ha comparado la reversión del ‘modelo Alzira’ con el Brexit. “Estamos viviendo el Riberexit, porque esto es como el Brexit, en que hay muchas falsas promesas frente a las realidades de los ciudadanos. Y esas promesas se irán incumpliendo una tras otra”, ha dicho.
De Rosa se ha explicado así durante una entrevista concedida a Onda Cero, donde ha detallado cómo el departamento que dirige Carmen Montón haya enviado esta misma mañana un equipo de inspectores a su sede. La intención, tal y como ha explicado, era “comprobar que no se estaban destruyendo documentos”.
Ribera Salud llevará a Sanidad a los tribunales
Lo que tiene claro la concesionaria es que acudirá a los tribunales para velar por sus derechos. “La legislación europea dice claramente que se tiene siempre que decir lo que aporta nacionalizar un servicio que se está prestando con una calidad superior y un coste inferior al sistema público tradicional. Las cosas se tienen que explicar y justificar. Nada de esto ha sucedido. Es una decisión tomada hace meses”, ha comentado el consejero delegado. “En enero aparece un expediente para la reversión o la no reversión al que enviamos expertos a explicar lo que aporta el modelo, y antes de recibir las conclusiones, la consejería comunica una decisión tomada. Da la impresión de que se intenta dar apariencia de legalidad a una decisión que no tiene base”, ha añadido.
“Ellos consideran que es un contrato de 15 años y nosotros, y la legislación europea, que es un contrato de 15 prorrogable otros cinco más, y que se tiene que justificar en base al interés público. Y creemos que no se ha hecho”, ha puntualizado De Rosa, que lamenta la imagen de “inseguridad jurídica” que la decisión del Consell transmite. “Un servicio básico tan importante no puede depender de que una persona u otra pueda estar en el gobierno. Esto es algo mucho más serio, y esa es la impresión de la jurisdicción europea y lo que va a defender Ribera Salud”, ha sentenciado.
El consejero delegado de Ribera Salud ha dejado claro que sus relaciones con el departamento que dirige Carmen Montón no son fluidas desde hace tiempo. “Somos una empresa que hemos intentado tener la mejor relación institucional, pero por desgracia no hemos encontrado entendimiento por la otra parte”, ha reconocido. “La empresa no ha recibido ni una llamada. Yo he estado con la consejera una hora en dos años. Eso no es normal de una empresa que es la máxima proveedora de servicios de un gobierno. Que no pida lealtad a la vez que envía una inspección para ver si quemamos documentación”, ha insistido.
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