Un
grupo de radiólogos que ocupan altos cargos dentro de la Sociedad de Radiología de la Comunidad Valenciana (SRCV) habrían utilizado dicha sociedad para defender sus
intereses privados en
concursos públicos sobre servicios de
Resonancias Magnéticas (RM) en la Comunidad Valenciana. Así se desprende de informaciones publicadas por
El Mundo y EsDiario, donde se apunta que este grupo habría iniciado diversas acciones ante la
Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana con el objetivo de que se revierta cuanto antes el servicio de RM, que en estos momentos está gestionado por la
UTE Erescanner Salud.
Sin embargo, según la que publican ambos diarios, estos denunciantes son radiólogos que han participado en el
concurso público y habrían
resultado perdedores frente a Eresa, la compañía que gestiona la UTE. Casualmente, estos mismos profesionales que ahora
abogan por una gestión pública directa de los servicios de RM habrían tratado de adjudicarse su gestión por la vía privada.
Según
El Mundo y EsDiario, estos profesionales habrían instrumentalizado la SRCV para presionar a la Consejería de Sanidad a su favor poniendo en marcha una encuesta cuyas conclusiones señalan que es necesario que los aparatos de diagnóstico
se devuelvan a la red sanitaria pública. Redacción Médica ha tenido acceso al
comunicado emitido por la SRCV a la Consejería de Sanidad Valenciana, donde indican que sus resultados ponen "de relieve la necesidad de la Integración de la Resonancia Magnética en los Servicios de Radiología de la red pública de la Comunidad Valenciana en la que está externalizada".
Ambos medios señalan a
Santiago Gil Sánchez,
secretario de la SRCV, que ejerce como radiólogo en el
Hospital General de Alicante y que habría optado al lote de Alicante del reciente concurso de resonancias;
Antonio José Revert Ventura, vicepresidente de la SRVC y
Asunción Torregrosa Andrés, que se presenta a presidenta de la SRCV y es radióloga del Hospital La Fe de Valencia.
La
Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana tiene en su agenda la reversión del servicio de RM. Sin embargo, siendo conscientes de que una
reversión inmediata supondría un gran
incremento de las listas de espera, decidieron sacar a concurso público la gestión de estos servicios por
un plazo de tres años, un plazo de transición de un modelo a otro. Este concurso es el que ha ganado Eresa, y del que habrían resultado perdedores estos radiólogos.
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