El Hospital General Universitario de Elche lidera un proyecto que se basa en la mejora de la recuperación quirúrgica mediante la aplicación de la técnica de “Optimización hemodinámica en pacientes quirúrgicos de alto riesgo”.
Especialistas en Anestesiología, Reanimación y Terapia del Dolor del Hospital ilicitano instauraron esta técnica, que presenta importantes mejoras tanto para el paciente como para el sistema sanitario, el pasado año 2013.
Debido al esfuerzo y buen trabajo realizado por los profesionales del servicio, el pasado año, el Hospital fue elegido como centro de excelencia para la formación en esta técnica. En Europa se eligieron un total de 8 hospitales de diferentes países como centros de excelencia, siendo el Hospital ilicitano el único de toda España.
El hecho de recibir esta acreditación implica que el centro ha de formar en la técnica a otros hospitales del país, y así se lleva haciendo desde el pasado año, en el que se llevaron a cabo 3 cursos y a los que asistieron profesionales sanitarios de otros hospitales españoles. Este año el Servicio de Anestesiología tiene previsto ampliar el número de cursos a 6, debido al éxito y al gran interés cosechado. Además de los cursos el Hospital ha acogido ya una reunión especial para poner en marcha el proyecto al que se han sumado 12 hospitales de la Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete.
Técnica de Optimización Hemodinámica
Diversos estudios explican que actualmente se realizan en el mundo más de 234 millones de intervenciones quirúrgicas al año, de las que el 12,5 por ciento podrían considerarse como procedimientos de alto riesgo. Este subgrupo de pacientes de alto riesgo podría presentar una mortalidad postoperatoria superior al 9 por ciento. .
La monitorización hemodinámica tradicional ofrece una amplia gama de parámetros para satisfacer las necesidades más exigentes de la vigilancia del estado del paciente. Tiene 4 objetivos: Alertar, así según la condición del paciente y el nivel de monitorización, le avisa al clínico cualquier deterioro en la función medida; El Diagnóstico Continuo, permitiendo observar el comportamiento y cambios del paciente en una condición determinada; Pronosticar, la monitorización hemodinámica permite observar las tendencias en los parámetros observados en la evolución y ayuda por tanto a establecer pronóstico; Y por último sirve de Guía Terapéutica facilitando la evaluación y corrección de las medidas terapéuticas implementadas.
Este tipo de monitorización es la utilizada habitualmente, pero diversos estudios han demostrado ya en los últimos años que las estrategias de monitorización hemodinámica ligadas a determinadas terapias, o lo que es lo mismo estrategias dirigidas por objetivos u “optimización hemodinámica”, reducen la mortalidad postoperatoria así como las complicaciones.
Ana Pérez, Jefa de Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital General Universitario de Elche explica que “Además de las importantes ventajas que presenta la optimización hemodinámica para el paciente, destaca el importante ahorro que supone para el sistema sanitario, ya reduce los costes indirectos relacionados con la prolongación de la estancia hospitalaria por la aparición de complicaciones. Por ello, mitigando las complicaciones se obtienen beneficios no sólo desde el punto de vista del paciente, sino desde la perspectiva del sistema de salud, permitiendo aportar cuidados de calidad a un menor coste global”.
En ese sentido los expertos consideran que “estos resultados junto con el desarrollo de nuevos sistemas de monitorización menos invasivos, deberían facilitar la introducción de forma rutinaria y estandarizada de la optimización hemodinámica perioperatoria en una población quirúrgica previamente seleccionada como de alto riesgo de sufrir complicaciones postoperatorias”.
Proyecto multicéntrico
Los profesionales ya han comprobado que la técnica tiene buenos resultados en cirugía general y el proyecto liderado por el Hospital consistirá en aplicarla a pacientes de una intervención urológica que presenta mayores complicaciones, la cisterectomía radical. Se trata de una intervención para el tratamiento del carcinoma vesical infiltrante y que dentro de las intervenciones urológicas es de las más complejas.
Los profesionales quieren así aplicar las ventajas de los protocolos ya existentes y comprobados en cirugía general de la optimización hemodinámica a esta cirugía más agresiva, buscando las mismas mejoras para el paciente.
Para ello, los hospitales participantes se encuentran hora mismo elaborando y un protocolo de trabajo ya que para que el estudio multicéntrico se pueda interpretar y extrapolar, la forma en que se implementará el protocolo debe ser clara y similar en todos los centros.
Es importante diseñar el protocolo común ya que los procedimientos deben estandarizarse tanto como sea posible. El Hospital General de Elche será el centro coordinador que se encargue de los asuntos administrativos después de que se han ingresado los participantes. El resto de hospitales que participarán en el proyecto son el de Santa Lucía de Cartagena, el Morales Meseguer de Murcia, el Reina Sofía de Murcia, el de Virgen de La Arrixaca de Murcia, el de Albacete, el de Vega Baja de Orihuela, el de Torrevieja, el de Alicante, el Marina Salud de Denia, el Francesc de Borja de Gandía, el Consorcio Hospital General Universitario de Valencia y el Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia.
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