El nuevo conseller de Sanidad de la Comunidad Valenciana,
Marciano Gómez, ha definido ya la hoja de ruta con la que pretende garantizar la presencia suficiente de médicos en las
zonas de difícil cobertura de la región. La elaboración de
marcos normativos específicos en los departamentos de salud de las áreas rurales es una de las soluciones que ha planteado con el objetivo de hacer más
“atractivas” estas plazas y fidelizar a los sanitarios desplazados.
La medida que el dirigente popular ha planteado incluirá una nueva forma de
incentivos para los profesionales que ejercen en estas áreas rurales tanto a nivel retributivo como curricular. Mientras que también se abordarán
inversiones en recursos tecnológicos e infraestructuras que irán vinculadas a la nueva forma de estructura particular de estos departamentos.
El planteamiento de Gómez pasa por diferenciar a nivel normativo la realidad de
los hospitales comarcales, cuyo principal problema es la falta de personal, con el de los que están ubicados en grandes poblaciones como el
Clínico de Valencia, la Fe o el General de Alicante, que se enfrentan a otra serie de retos asociados con la investigación, los ensayos clínicos, las enfermedades de gran complejidad o
los costes de las terapias génicas.
El conseller de Sanidad ha apuntado a que áreas como
Vinaròs, Requena, Orihuela o Elda serán algunas de las que cuenten con el marco normativo propio para tratar de captar a los médicos y garantizar que el derecho de acceso a la sanidad por parte de sus residentes es el mismo que en el de otros puntos de la Comunidad Valenciana.
Auditoría de la sanidad valenciana
El despliegue de esta nueva estructura está condicionado en todo caso a
la auditoría que la Generalitat quiere realizar para conocer la situación de la sanidad valenciana después del cambio de ciclo político como resultado de
la victoria del Partido Popular en las elecciones autonómicas del 28 de mayo, que desplazó a la coalición del Pacto del Botànic de la Generalitat.
La nueva apuesta por las áreas rurales se produce después de que ya se hayan tomado algunas medidas recientes para paliar este fenómeno. El Consell ya aprobó en enero un
Decreto sobre las plazas de difícil cobertura con iniciativas dirigidas tanto al ámbito hospitalario como a la Atención Primaria. La nueva norma estableció una serie de
incentivos sobre los salarios, la carrera profesional o las actividades formativas. Mientras que también se regularon las alianzas estratégicas entre departamentos de salud para compartir recursos humanos.
El debate sobre los incentivos también ha tenido un carácter nacional. El Ministerio de Sanidad ya estableció un documento amplio que contemplaba diferentes propuestas para mejorar las condiciones del médico en las zonas despobladas como, por ejemplo,
la reducción de la jornada laboral a cuatro días, o las ayudas para vivienda o transporte. Sin embargo, el escrito no es de carácter vinculante, ya que está en la mano de las comunidades materializarla.
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