A menudo no somos conscientes de la importancia que algunos simples gestos pueden tener en nuestra visión. Cuando notamos que la vista falla, que vemos de manera borrosa o distorsionada, es importante acudir a un especialista lo antes posible, porque podríamos padecer queratocono, una patología que en un 25 por ciento de los casos es hereditaria de padres a hijos.
Esta enfermedad, que afecta a la córnea y es la principal causa de trasplante en jóvenes, hasta hace poco tenía un tratamiento molesto y muy costoso. Sin embargo, el departamento oftalmológico del Hospital de Manises, en su objetivo por mejorar la calidad asistencial de sus pacientes, ha adoptado una novedosa cirugía destinada no solo a corregir los síntomas de la afección, sino también a disminuir el riesgo de un futuro trasplante corneal, un procedimiento más arriesgado e invasivo.
La cirugía de anillos intracorneales llevada a cabo por el equipo de oftalmólogos del Hospital de Manises consiste en una intervención ambulatoria que se realiza mediante láser, implantando segmentos semicirculares en el interior de la córnea que corrigen la deformación causada por el queratocono u otras patologías similares. El centro sanitario de Manises es uno de los dos hospitales públicos de Valencia que realiza la técnica de anillos intracorneales con láser.
“El proceso es muy poco invasivo, dura alrededor de 10 minutos, es indoloro para el paciente y tiene un tiempo de recuperación de entre 48 y 72 horas, a partir de las cuales se puede hacer vida normal” explica Ana Hervás del servicio de Oftalmología del Hospital de Manises. En este caso, a diferencia de un trasplante de córnea, el restablecimiento de la visión es mucho más rápido y en aproximadamente tres meses se puede obtener una visión correcta sin las molestias del postoperatorio.
Una patología cada vez más frecuente
La intervención quirúrgica de anillos intracorneales está indicada principalmente a pacientes con queratocono, una enfermedad que cada vez se detecta con mayor frecuencia. Consiste en una deformación en forma de cono que debilita el tejido corneal y altera la visión de manera progresiva, haciéndola cada vez más borrosa y desenfocada.
En un primer momento, se pauta el uso de gafas o lentillas para intentar corregir la afección, pero cuando se detecta una degeneración corneal en estados más avanzados, lo recomendable es hacer uso de anillos intracorneales que refuercen la córnea y prevengan la progresión del queratocono. “Con esta cirugía queremos evitar llegar a un trasplante, un procedimiento más complicado que puede ocasionar riesgo de rechazo en el paciente” declara Hervás.
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