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La Ribera, pionero en incorporar la braquiterapia contra el cáncer de recto

Se trata de una técnica que permite aplicar las dosis de radiación desde el centro del propio tumor

Miguel Soler, jefe del Servicio de Radioterapia del Hospital Universitario de La Ribera.

10 jul 2017. 13.40H
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POR REDACCIÓN
El Hospital Universitario de La Ribera, en Alzira (Valencia), ha incorporado la braquiterapia para abordar el cáncer de recto inferior y de recto medio, con lo que se convierte el primer centro público de la Comunidad Valenciana y en el tercero de España en utilizar esta técnica para esta dolencia, después del Hospital de Navarra y del Doctor Negrín de Las Palmas.

La braquiterapia, también conocida como radioterapia interna, es una técnica para el tratamiento del cáncer, que permite aplicar las dosis de radiación desde el centro del propio tumor, "lo que aumenta la eficacia del tratamiento y reduce de manera considerable sus efectos secundarios". Además, se disminuye la probabilidad de que el tumor "reaparezca en el mismo sitio, ya que permite aumentar la dosis de radiación en el tumor, sin incrementar ésta en las células sanas que hay alrededor", según ha informado el centro en un comunicado.

Según ha destacado el jefe del Servicio de Radioterapia del Hospital Universitario de La Ribera, Miguel Soler, esta técnica "está indicada en casos concretos para el tratamiento exclusivo de tumores pequeños o en más avanzados como terapia combinada con la radioterapia externa y en pacientes con edad avanzada que presentan problemas de salud para ser sometidos a cirugía o que no quieren tratarse con ella".

Posible alternativa

El doctor Soler ha señalado que esta técnica puede ser una alternativa para aquellos pacientes añosos "que no pueden ser sometidos a operaciones radicales". Con la incorporación del tratamiento del cáncer de recto, el Hospital de La Ribera ya aplica la braquiterapia en tumores de cabeza y cuello, bronquios, esófago, vías biliares, ginecológicos, próstata, recto y ano, piel y sarcoma.

La técnica se lleva a cabo con sedación del paciente y la aplicación de una anestesia local en crema. Tras dilatar el ano, se introduce el aplicador que posteriormente es conectado a una máquina que contiene la fuente radiactiva que se utiliza para tratar el tumor cancerígeno y "con el que se puede alcanzar hasta la parte media de recto", ha señalado Soler, quien ha destacado que se trata de una técnica "indolora, mínimamente invasiva, sin sangrado y que es muy bien tolerada por los pacientes, que solo necesitan alrededor de cuatro sesiones en días consecutivos para realizar un tratamiento radical del tumor".

Con anterioridad al inicio de las sesiones, los especialistas del Hospital de La Ribera llevan a cabo un examen completo de la zona tumoral del paciente, al que se le realizan una resonancia y dos endoscopias, para localizar el tumor y conocer sus características, tamaño y tejidos circundantes.

Asimismo, mediante TAC se realiza una planificación de las sesiones, estableciendo "con exactitud" su duración y las dosis adecuadas de radiación que se deben emitir en cada punto del tumor para conseguir la mayor efectividad. En estas sesiones participa un completo equipo de especialistas compuesto por oncólogos radioterápicos, endoscopiastas de digestivo, radiofísicos, técnicos de Radioterapia, anestesistas y enfermeros.

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