El cirujano
Pedro Cavadas junto al
Hospital de Manises y su Fundación han logrado cambiar la vida de
Mike Koech, un keniano de 36 años al que le ha extirpado
un tumor gigante de la base del cráneo gracias a cuatro intervenciones de gran complejidad en un proceso que comenzó en 2011. Se trataba de un
ameloblastoma gigante que le impedía hacer una vida normal, pues hay que sumar que de niño perdió ambas piernas.
Koech había intentado operarse en la India después de que en su país le hubieran dado por imposible, a pesar de que el tumor era de baja malignidad, si bien tenía un tamaño desproporcionado. “
Era tan grande que asustó a los médicos indios, teniendo en cuenta que en ese país hay buenos hospitales y que acudió a uno de los buenos”, ha aseverado Cavadas. Así, han sido cinco años de operaciones, varias resecciones craneofaciales, la extirpación del ojo izquierdo y de parte de la mandíbula para acabar con un tumor “
que no produce metástasis pero que sí reaparece”.
“Estaba en el límite de poder ser operado pero la alternativa para Mike era morir de forma miserable y cualquier opción era mejor que esa”, ha explicado el reputado cirujano. Después ha quedado tiempo para relatar el aspecto más entrañable de la relación entre el facultativo y el paciente. “Mientras ha durado el proceso tuvo una hija y me dijo que prácticamente me lo debía a mí y que le diera nombre. Por entonces
acababa de morir mi madre y le di su nombre, Carmen, que hubiera llorado muchísimo con esta historia. Tenemos una hija a medias”, ha añadido Cavadas visiblemente emocionado.
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Imágenes de Mike Koech antes y después de someterse a las intervenciones.
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